AMARGOSO

serval silvestre sorbus aucuparia



AMARGOSO (serval silvestre sorbus aucuparia) - HIPERnatural.COM
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AMARGOSO
serval silvestre sorbus aucuparia
Otros Nombres:

Acafresna, Amargoso, Azarollo Borde, Capudio, Cervellón, Fresno Silvestre, Manzano Falso, Margojo, Sevillano, Sorbito.

Destaca por sus llamativos frutos, que son una delicia para los pájaros. En algunas ciudades se planta como ornamental. Es un árbol elegante y longevo: vive más de cien anos.

Hábitat: disperso en regiones montañosas de clima templado de toda Europa. En la península ibérica se encuentra en los Pirineos y en la zona cantábrica.

Descripción: árbol o arbusto de la familia de las Rosáceas, que alcanza hasta 6 m de altura. La corteza es lisa y de color gris, y las flores pequeñas y de color blanco. Los frutos son unas bayas anaranjadas o rojas que penden en racimos.

Partes utilizadas: los frutos (serbas) hervidos o desecados.

Propiedades e indicaciones: los frutos (serbas) contienen diversos ácidos orgánicos (sórbico, málico, cítrico y succínico) azúcares, pectina, tanino y grandes cantidades de vitamina C (hasta 80 miligramos por 100 gramos) En los países germánicos a las serbas se les atribuyen numerosas propiedades, aunque las realmente probadas son estas:

Astringentes: debido a su contenido en tanino dan buenos resultados en el tratamiento de las diarreas y colitis, tanto agudas como crónicas. Esta acción astringente se ve compensada parcialmente por el contenido en pectina de las serbas, que ejerce un suave efecto laxante. El resultado de esta acción combinada es un efecto regulador y normalizador del tránsito intestinal.

Antiescorbúticas y tonificantes: por su contenido en vitamina C y ácidos orgánicos, respectivamente. Se recomienda su uso en caso de carencia de vitamina G, enfermedades febriles, gripes, catarros, agotamiento, y en pacientes convalecientes o debilitados.

Diuréticas suaves y emenagogas (facilitan la menstruación)

Uso: las serbas son comestibles únicamente cuando están bien maduras, en otoño, lo cual se reconoce porque se vuelven más oscuras y blandas. Si se comen cuando todavía no han madurado completamente, dejan un fuerte sabor áspero en la boca, y resultan irritantes. Un puñado de serbas al día ya ejerce acción terapéutica. Se pueden desecar o bien preparar un puré o compota después de haberlas cocido. La dosis normal de serbas es de 3 a 5 cucharadas 3 veces al día.